SANDRO
SANDRO
La mujer Sandro juega con los tiempos y los lugares. Cambiar códigos y juntar opuestos son sus trucos de estilo favoritos, y la temporada Otoño/Invierno 2022 no es una excepción a la regla. Se presenta como una nómada digital, para quien el arte de mezclar sin complejos es la esencia misma del estilo. Dividida entre una vida cotidiana acelerada y el deseo de viajar, se mantiene fiel a sí misma: usa el contraste y mezcla instintivamente diferentes influencias.
La mujer Sandro se mira por el retrovisor. De sus años en los barrios de clase alta, mantiene sus códigos preppy: jerséis retorcidos, vestidos vaporosos y mocasines son parte integral de su identidad. ¡Pero no se trata de parecer demasiado remilgado! Sacude los códigos y los retuerce, recomponiendo su mirada hasta encontrar la combinación adecuada. Ella imagina sus trajes estampados de tweed o pata de gallo con botas imponentes. Saca sus cortes y tejidos del armario de un hombre, sin olvidar ser femenina. Roba las chaquetas de su abuelo, que combina con piezas de inspiración deportiva, con jerséis de rayas prestados de jugadores de fútbol americano o polos con cuellos a contraste. Nostálgica de los años 80 y de las bancas universitarias, saca a relucir su teddy y su falda plisada. Si la chaqueta abrigada es uno de sus elementos esenciales de la temporada, la combina con un top corto estilo Britney.
Debajo de su primera aparición en clase, no ha olvidado su espíritu fiestero. Como un revival de los 90 en el Palace y los Bains Douches, completa su armario con piezas inspiradas en el clubbing chic, siempre diversas y sorprendentes. Camisas oversize y shorts se superponen a prendas de punto sexys y femeninas. ¡Con la ayuda de pedrería, hace que el negro brille! El satén revive el mate y el lurex condimenta los tweed.
Su agitada vida urbana se yuxtapone con un deseo de hedonismo y un deseo de reducir la velocidad. “Los hippies tenían razón” es su estado de ánimo, que refleja un cierto gusto por el eclecticismo reivindicado. Esta temporada, los jogging se llevan con chaquetas estructuradas mientras que el motivo navajo se superpone a las rayas de popelina, para un look cool en cualquier circunstancia. Paz y el amor, así como los símbolos de las margaritas se integran en estampados y jacquards. La libertad se revisita en vestidos de seda, chaquetas de plumas e incluso se trabaja en patchwork. Este otoño, la mujer Sandro puede acurrucarse con jerséis y bufandas mullidas, adoptando un total look de punto. sin comprometerse. El juego masculino-femenino ya no tiene secretos para ella, y navega libremente entre los géneros. Burlándose de los códigos, algunas de sus piezas incluso parecen auténticas vintage: el cuero de su chaqueta de piel de oveja parece ha sido patinada por varias temporadas, y el uso falso de sus jeans es un error. Un nuevo logotipo en forma de corazón está trabajado en un estampado o bordado, porque en París o en cualquier otro lugar, es amor con lo que sueña.