Jornadas del maíz al amaranto

• Alimentación ancestral para la resiliencia actual
• A realizarse del 29 de septiembre, Día Nacional del Maíz al 15 de octubre, Día Nacional del Amaranto
• Promotores de Nuestras Raíces, Patronato de la Feria de la Enchilada AC., buscan que el consumo de maíz y el amaranto reduzcan la vulnerabilidad de los mexicanos a las enfermedades epidémicas.
• El amaranto puede aportar el 50% de proteína de la ingesta diaria y así erradicar la desnutrición
• El maíz es la base de  la alimentación de los mexicanos, aporta energía y diversidad a la cocina diaria

CDMX septiembre 2021. Promotores de Nuestras Raíces, organización sin fines de lucro cuya misión es promover el consumo de maíz, amaranto y alimentos ancestrales de la milpa, está realizando distintas actividades con relación a la importancia de estos productos agrícolas.

Los alimentos que provienen de los distintos tipos de milpa en nuestro país pueden disminuir la vulnerabilidad a enfermedades epidémicas, como la COVID-19, por ello Promotores de Nuestras Raíces y organizaciones colaboradoras, así como productores de maíz y amaranto, realizarán una serie de conferencias, exposición de carteles y talleres gastronómicos del 29 de septiembre al 15 de octubre de 2021.

El Ing. Jaime Ortega Zaldívar, vocero de las “Jornadas del Maíz al Amaranto”, señaló la importancia de valorar el papel del maíz y que integrar al amaranto a la canasta básica responde a la necesidad de abatir la desnutrición de algunas zonas del país que registran altos niveles de deficiencia alimentaria y efectos graves por contagios del SARS-CoV-2, según cifras del CONEVAL, y “a nivel nacional el porcentaje de la población con carencia al acceso de alimentación nutritiva y de calidad es de 22.5% en el año 2020”, entre los que se encuentran Estado de México, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Chiapas, Oaxaca y Guerrero donde se concentra el mayor número de personas en esta condición.

Aseguró que en estas entidades existe la cultura del maíz y también hay condiciones para culturar el amaranto, la mezcla de ambos ofrece a la población una combinación saludable que cubre la ingesta de carbohidratos y proteína requerida para evitar padecimientos nutricionales, y agregó “la proteína del amaranto aporta aminoácidos esenciales que a su vez contienen lisina que ayuda al crecimiento y buen funcionamiento del organismo, además genera anticuerpos, facilita la obtención de energía y formación de nuevas proteínas”.

Por su parte, la Coordinadora del Proyecto GEF de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad en la CDMX Ing. Liza Covantes Torres, señaló que el cambio climático puede reducir significativamente la diversidad biológica  y pone en riesgo la seguridad alimentaria de familias campesinas y los productores de entornos periurbanos, por lo que la población debe reconocer su importancia y llevar a cabo acciones para conservarla.

En su intervención María Elena Vázquez Lugo, Directora del Restaurante Nicos Querétaro, comento que de acuerdo con las investigaciones que se han realizado esta semilla aporta más fibra que la avena, y siete veces más calcio que el arroz; además de que es recomendable durante el embarazo y lactancia, debido a que es una fuente rica de ácido fólico entre otros beneficios que impactan en la nutrición de los habitantes. Por ello lo integra en el menú de su restaurant una vez a la semana y participa con una organización civil de mujeres promotoras del amaranto.

Al anunciar su participación en las “Jornadas del Maíz al Amaranto”, el Dr. Adrián Argumedo Macías, Coordinador de la Red Latinoamericana del Amaranto, resaltó que este cultivo puede tener un aprovechamiento integral y convertirse en una actividad productiva y competitiva dentro de los mercados nacionales e internacionales, debido a que una de sus mayores ventajas es su adaptabilidad en distintas zonas y ambientes: tiene potencial para desarrollarse bajo condiciones agronómicas limitadas, afectadas por el cambio climático debido a su amplia plasticidad, es una plantas tolerante a sequías, altas temperaturas, crecer en condiciones de suelo adveras y con baja fertilidad. 

En este proyecto participan investigadores de Universidades Pública y Privadas, Centros Públicos de Investigación, productores y miembros de la sociedad civil.